divendres, 9 de gener del 2015

El mundo

Este microrelato nos cuenta que un pueblo colombiano llamado Neguá llega hasta el cielo y desde alli nos observan.
Dicen que los humanos somos como un mar de fueguitos, cada persona brillamos por nosotros mismos.
Pueden haber fueguitos parecidos pero nunca iguales.


Opinión Personal: Este microrelato me ha parecido un poco subrealista porque es imposible alcanzar el cielo. Comparto el pensamiento suyo de que nadie somos iguales porque en algo nos distinguimos.

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